‘Con los créditos creció mi negocio e ingresos’

Luis Criollo, se jubiló hace siete años, creó su propio emprendimiento para seguir activo y generar ingresos adicionales para su familia.

Como vive en el campo y siempre estuvo rodeado de naturaleza y animales menores, se dedicó a la crianza de cuyes y pollos; además, tiene ganadería que a diario le proporciona leche para vender a una industria láctea.

Para Criollo, incursionar en un negocio es cuestión de remangarse la camisa y poner manos a la obra dice. En su vivienda en la comunidad de Acchayacu, parroquia Tarqui, al sur de Cuenca, acopló unos galpones, empezó con poco, pero en la actualidad cría hasta 70 pollos, que los compra a los 21 días de nacidos. “En tres semanas y con un peso superior a siete libras ya están a la venta”, conversa con evidente alegría.

En cuyes ha llegado a tener hasta 120 ejemplares, dependiendo de la época. Los intermediarios llegan a comprarle la producción en Acchayacu, otra parte comercializa en la feria libre El Arenal de Cuenca.

Éste agricultor reconoce que el crecimiento de su negocio lo logró con ayuda de la Cooperativa Chola Cuencana. Hace más de siete años obtuvo el primer crédito de 500 quinientos dólares, para acoplar los espacios y galpones. Posteriormente obtuvo un nuevo crédito de 5 mil para continuar con su emprendimiento.

Señala que siempre se ha apoyado en los créditos para crecer con la producción y como resultado tener más ingresos y ganancias.

Para Criollo, la Cooperativa Chola Cuencana, es una entidad financiera que muestra empatía con la realidad de los campesinos. “Nos apoya con bajas tasas de intereses y sin tantos trámites”.

“Cuenta que con su emprendimiento enseña a sus cinco hijos y ocho nietos, el valor del trabajo y a emprender en algo propio. Además, a manejar bien las finanzas y pagar a tiempo las deudas para merecer confianza de la entidad y obtener nuevos créditos”.

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