Con el apoyo de la COAC Chola Cuencana puse en marcha mis proyectos.

José Luis Castillo Angamarca.

Por 28 años trabajé en el ferrocarril del Ecuador: primero en Cuenca y luego en Riobamba. Tras jubilarme me dediqué a sembrar papas en este terreno (Nabón, Azuay) que había adquirido con los ahorros de mi trabajo.

Me di cuenta que la ganadería era más rentable y por eso solicité un crédito a la Cooperativa Chola Cuencana. Con eso adquirí cinco vacas y con mi esposa, María Cárdenas, nos dedicamos a la producción de leche.

Actualmente tenemos 11 vacas, producen 60 litros de leche por día cuyos ingresos nos alcanzan para pagar el crédito y los gastos del hogar.

Además, tengo chanchos y animales menores. No me ha faltado el dinero para cumplir con los pagos y mantener la confianza de la Cooperativa. El crédito es una herramienta que nos permite enfrentar alguna necesidad o emergencia.

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